Cada vez que mueres, te vuelves más viejo y más sabio. A partir de los 20 años, estás en una búsqueda de venganza contra las personas que mataron a tu padre. Necesitas derrotarlos a todos en una sola vida.
Es una premisa convincente. Sifu viene de moda con un giro único en un juego de acción que no había visto antes, y dado que es el punto de venta principal del juego, tenía que salir bien.
El contexto cultural
Antes de entrar en la mecánica y el juego, sería negligente no mencionar el contexto en el que se creó Sifu. Es un juego de kung fu creado por un estudio occidental, que se inspira mucho en la cultura y la tradición chinas. El experto en artes marciales contratado para perfeccionar la coreografía del juego, quien también consultó sobre los elementos culturales del escenario de Sifu (como el Fung Shui de Wuguan), Benjamin Colussi, es un experto Pak-Mei blanco de Francia.
Como se muestra en un video detrás de escena, está claro que Sloclap tenía las mejores intenciones cuando se trataba de representar la cultura del entorno de Sifu con respeto. Benjamin está claramente muy bien informado y tiene lo que hace en la más alta consideración con crédito a las personas de las que aprendió. Aún así, no se puede ignorar que, incluso cuando el objetivo es representar positivamente una cultura extranjera, los estudios siguen fallando en los aspectos básicos: contratar a miembros de esa cultura y comunidad para trabajar en el juego. En TheGamer, Khee Hoon Chan entra en más detalles en un artículo muy bien escrito que deberías echarle un vistazo.
Le animo encarecidamente a buscar críticas y escritos de críticos y periodistas chinos y asiáticos. Sus puntos de vista sobre este asunto son mucho más importantes que los míos para comprender cómo las industrias del juego y el entretenimiento en Occidente pueden representar mejor las culturas minoritarias en lugar de usarlas como decoración.
Combate en grupo
Cuando se trata de cómo se siente jugar Sifu, inicialmente hay muchas cosas que me gustan. Al principio, disfrutarás recorriendo un nivel, aprendiendo habilidades de kung fu, luchando contra grupos de malos y maravillándote con las animaciones únicas que surgen de las formas intensas en que acabas con tus enemigos. Estarás recibiendo golpes, pero devolviéndolos, y en grupos de enemigos hay un ritmo de combate bastante satisfactorio. Salir ileso de una habitación llena de enemigos y dejarlos retorciéndose después de romperles los huesos o apuñalarlos en el vientre se siente genial. Eso no es raro, lo prometo.
La experiencia que vas a tener con Sifu se vuelve más clara cuando llegas al final del primer nivel de los cinco. A medida que recorre los pasajes, recogiendo pequeños fragmentos de la historia de fondo para agregar a su tablero de detectives, los corredores se vuelven cada vez más escasos. Y ahí está. El primer jefe.
Llegué allí por primera vez a una edad bastante avanzada, ya que apenas estaba aprendiendo los controles del juego y estoy feliz de admitir que estoy por debajo del promedio en lo que respecta a las habilidades mecánicas en los juegos. Aún así, confiaba en que podría hacer mella en The Botanist.
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Llegar allí fue difícil, pero estaba emocionado de poner mis guantes en el primero de los cinco grandes malos a los que me enfrentaría.
Me golpearon por completo tan pronto como el jefe comenzó a atacar. Llegué a la segunda fase de la pelea (cada jefe tiene dos barras de salud para agotar) pero no tuve oportunidad. yo era demasiado viejo A medida que envejeces, tu barra de salud se vuelve más pequeña y el daño que infliges aumenta. Parece una compensación justa, pero encontré que el agotamiento de la salud es un obstáculo mucho mayor que el escaso aumento del daño. Entonces, sin vencer al primer jefe, realmente se trata de luchar contra los enemigos más fáciles a lo largo del nivel, con los que ya has luchado un montón de veces hasta que puedas desbloquear algunas mejoras permanentes y llegar al jefe sin ser demasiado mayor
Fue entonces cuando comencé a sentirme nervioso por Sifu. Verás mucho los mismos niveles. Una y otra vez, los atravesarás, tratando de lograr la carrera perfecta con la menor cantidad de muertes posible. Es bueno tener las habilidades desbloqueables, pero lejos del pan y la mantequilla que usará regularmente, por lo que poder desbloquearlas permanentemente gastando cinco veces la cantidad normal de puntos XP realmente no significa mucho. .
Llegas al punto en el que si recibes demasiado daño o mueres en un punto determinado de una carrera a través de un nivel, es mejor que abandones: no es la carrera perfecta.
Esto estaría bien si no fuera porque el combate se vuelve obsoleto después de haber luchado en un nivel varias veces. Las animaciones se veían geniales al principio, pero una vez que derribaba a un enemigo, le golpeaba la cara dos veces y luego lo ayudaba a levantarse (¿por qué lo ayudo a levantarse después de castigarlo? Es tan extraño) por centésima vez, comencé a preguntarme. si esto es todo lo que Sifu tenía para ofrecerme.
Difícil, pero no de una manera divertida
Nuevamente, no soy un experto en videojuegos. Ganaré a la mayoría de ustedes en Smash Bros, pero aparte de eso, estoy en la media. Entiendo que Sifu quiere ser un verdadero desafío, y vale la pena perseguir el objetivo de superar los cinco niveles en una carrera. Sin embargo, cuando realmente intentas hacerlo, es un gran esfuerzo. Las peleas contra grupos son lo suficientemente sólidas, aunque un poco repetitivas, y si vas a hacer una buena carrera, es mejor que tomes el camino más largo para desbloquear más actualizaciones específicas de la carrera.
Sin embargo, los jefes son una historia completamente diferente. No puedes encadenar ataques juntos o encontrar formas de entretejer los nuevos y elegantes movimientos que gastaste para desbloquear tu XP ganado con tanto esfuerzo. Es una guerra de desgaste. Si te encuentras peleando con el primer jefe por un tiempo y pensando para ti mismo ‘esto se siente estúpido y molesto’, hay mucho más de donde vino eso. Una vez que aprende los patrones del jefe, todavía no se siente particularmente receptivo. Al luchar contra un jefe y aprender sus patrones de ataque y cómo esquivar cada vez, las batallas eran inconsistentes y castigaban demasiado cuando algo salía mal.
A veces esquivaba hacia la izquierda para evadir el golpe final en una serie de ataques de un jefe, con la esperanza de tener la oportunidad de tomar represalias. Funcionó. Sin embargo, la próxima vez en esa misma cadena, no parece funcionar y la mitad de mi salud se ha ido. Cuando un juego es difícil, la satisfacción proviene de aprender sus sistemas y utilizarlos lo mejor que puedas. Con demasiada frecuencia, Sifu castiga al jugador por tratar de interactuar con sus sistemas de buena fe, y la mejor opción es recurrir a tratar de engañar a los jefes con ataques enfocados y quitándoles minúsculos fragmentos de salud a la vez.
Ciertamente no me sentía como un maestro de kung fu. Lejos de ahi.
El verdadero final
No quiero spoilear demasiado sobre Sifu, pero para obtener el verdadero final, debes luchar contra los asesinos de tu padre sin matarlos. Si no, nunca romperás realmente el ciclo. Muchos juegos tienen esta característica (tienes que jugar de una manera muy específica para obtener el verdadero final), pero la mayoría de ellos funcionan para señalar al jugador en esta dirección. Por lo que yo sabía en Sifu, nunca me dieron la opción ni me dijeron que sería posible salvar a un enemigo. Tal vez sea un juego impaciente de mi parte, pero no recuerdo que me hayan dicho nunca que el camino a la victoria era no matar a los jefes.
Esto es particularmente extraño porque en las peleas con grupos de secuaces, les golpeas el cráneo con bates de béisbol, les rompes huesos y les apuñalas en el vientre. La no violencia no es el camino para el resto del juego, pero parece ser un requisito con los jefes.
Veredicto: 2/5
Aquí yace el quid de los problemas de Sifu. Quiere ser tantas cosas. Estás luchando contra grupos de enemigos, estás mejorando tus habilidades como si estuvieras jugando un roguelike, te estás enfrentando a jefes que te superan con creces en fuerza, con una mecánica envejecida que trabaja en tu contra todo el tiempo.
Todo encaja en un juego que es demasiado difícil y sin la satisfacción que se obtiene al progresar en un juego difícil. Es como golpearse la cabeza contra la pared y, a diferencia de otros juegos con este enfoque, la pared no empieza a desmoronarse. La pared ha desarrollado una cara risueña y engreída mientras se prepara para quitarle una de las habilidades más importantes de tu personaje, justo a tiempo para la batalla final contra el jefe.
Revisado en PS5. El editor proporcionó un código.
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