Dying Light 2 entra en escena un poco más tarde de lo previsto. Inicialmente escrito para principios de 2020, y después de una serie de retrocesos, informes de manejo tóxico en el lugar de trabajo y la partida del escritor Chris Avellone luego de acusaciones de acoso sexual, el desarrollo parece haber sido difícil, por decir lo menos.
Desde el principio, estaba claro que Techland buscaba un nivel de alcance y escala con Dying Light 2 que a veces parecía inalcanzable. Después de todo, enfatizar la elección narrativa mientras se da a los jugadores la libertad de explorar un entorno masivo de mundo abierto es una línea difícil de transitar.
Dying Light 2 lo logra principalmente, ofreciendo a los jugadores una experiencia rica y gratificante que combina el horror de la supervivencia con la mecánica del juego de rol del fin del mundo Fallout-esque.. Sin embargo, se ve arrastrado por un sistema de elección reductivo y la falta de contenido secundario interesante, pero sobresale en su construcción de mundos y piezas de acción. Mejora a su predecesor en casi todos los sentidos, y no tengo ninguna duda de que con el soporte posterior al lanzamiento (ya descrito en un sólido plan de cinco años) podría volverse realmente brillante.
escapar de la ciudad
Al comienzo de Dying Light 2, y después de una breve sección de apertura, te empujan literalmente pateando y gritando a la primera de las dos áreas principales: Old Villedor. Aquellos que jugaron el primer juego probablemente se sentirán como en casa aquí, con sus calles desoladas y pequeños edificios que permiten un recorrido preciso de parkour en primera persona. Las principales diferencias entre Old Villedor y Harran (el escenario principal del primer juego) son inmediatamente evidentes una vez que te liberas. Los techos están cubiertos de verdes y naranjas vibrantes, mientras que los sobrevivientes acampan en estructuras fortificadas de bricolaje, protegiéndose de la lluvia y de los infectados.
Dying Light 2 es un juego absolutamente hermoso que revienta con color y está repleto de vida vegetal próspera. Te encontrarás con jardines en la azotea donde puedes recolectar miel y hierbas, un autobús rojo brillante podría atraerte desde la distancia con la promesa de un valioso botín escondido en su interior. Durante las primeras diez horas más o menos, Old Villedor te muestra las cuerdas sin que te sientas abrumado. Además de algunos molinos de viento y torres, puedes saltar por los tejados antes de regresar al nivel del suelo sin ningún problema.
Una vez que llegas a la segunda área principal en Dying Light 2, las cosas realmente se ponen interesantes. El Central Loop es una ciudad en expansión, con rascacielos gigantes y una mayor verticalidad en todas partes. Alcanzarlo es fácilmente lo más destacado de todo el juego. Realmente me sorprendió el tamaño y la escala del mundo abierto que se extendía ante mí. Para moverse, se le da un parapente y luego un gancho de agarre. Puede usar salidas de aire para sostener el vuelo, lo que hace que ir desde la parte superior del mapa hasta las calles infestadas de hordas sea una brisa absoluta.
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El Central Loop no solo está repleto de enormes edificios, tirolesas y conductos de ventilación, sino que también contiene algunas de las áreas interiores más ricamente diseñadas y detalladas que he visto en un mundo de este tamaño. Incluso a unos 50 pisos de altura, es posible que te encuentres con una ventana abierta por la que puedes subir a un apartamento o escalera saqueable. La mayoría de los edificios con los que te encuentras tienen algo para investigar en su interior, lo que hace que el mundo de Dying Light 2 se sienta realmente vivido y que siempre valga la pena explorarlo.
Golpes comerciales
Mientras que Dying Light de 2015 se centró más en los infectados, Dying Light 2 presenta principalmente peleas con enemigos humanos. Aquí es donde las cosas comienzan a complicarse un poco, ya que el combate cuerpo a cuerpo nunca da en el blanco. La mayoría de las peleas implican ametrallar lentamente a los enemigos esperando que ataquen. Puedes esquivar o parar para abrir otras opciones de combate, aunque cuando te enfrentas a grupos grandes, este ciclo se vuelve aburrido rápidamente y solo se vuelve realmente interesante hacia el final del juego una vez que hayas desbloqueado más opciones de combate.
Las peleas de jefes están llenas a lo largo de la historia principal y, aparte de un par de destacados, en su mayoría involucran enemigos con barras de salud más grandes y algunos movimientos nuevos. A veces, simplemente quería saltarme las secciones de combate, ya que me cansaba de bloquear y esquivar una y otra vez mientras reducía la enorme barra de salud de un enemigo. Las armas a distancia entran en juego en el punto medio de la historia, pero la mayoría de las misiones terminan en un slog cuerpo a cuerpo 10v1 que se siente anticuado en comparación con el diseño de mundo abierto notablemente más ambicioso.
Luchar contra los infectados es mucho más divertido, basándose en la diversión del primer juego. Los encuentros implican manejar hordas de enemigos, colocar trampas y balancear cualquier arma de bricolaje que tengas a mano hasta que los cuerpos dejen de moverse. Hay un par de tipos infectados que requieren que pienses rápido, y la mayor parte del tiempo estarás trabajando en eliminar enemigos para que puedas escapar a los tejados. El sigilo entra en juego una vez que ingresas, donde usarás derribos silenciosos y herramientas de distracción para mantenerte con vida. Estas áreas suelen ser completamente negras, y usar tu antorcha dentro de ellas alertará a los enemigos de tu presencia. Manejar la luz mientras se arrastra alrededor de los enemigos dormidos es lo mejor del horror de la supervivencia.
Un largo camino hacia abajo
Parte de lo que hizo que el primer Dying Light fuera tan divertido fue su mecánica de parkour. Estos se han ampliado y mejorado en Dying Light 2, dándote más libertad para escalar, saltar y caer mientras exploras. En su mayor parte, todo funciona como debería. Hay algunas limitaciones inherentes a tener un recorrido de estilo parkour en una vista en primera persona, y no estoy completamente seguro de que sea posible superar algunas de ellas. Rara vez tienes una sensación de distancia, dado que no puedes ver a tu personaje. Del mismo modo, saber dónde están tus brazos y piernas, y qué tan alto puedes saltar, puede ser complicado.
Aparte de algunos momentos en los que mi personaje agarró la repisa equivocada o se soltó de una pared por completo, Dying Light 2 se siente genial en movimiento. A medida que avanzas en la historia y subes de nivel, tendrás más opciones disponibles. Las bolsas de aire gigantes amortiguan incluso las caídas más altas, y aparecen más ventilaciones, lo que significa que pasa más tiempo deslizándose por el aire. Algunas de las mejores misiones de Dying Light 2 implican escalar estructuras increíblemente grandes. Siempre hay una sensación de pavor a medida que avanzas, y mirar hacia abajo sobre la ciudad mientras cuelgas de una cornisa que se desmorona siempre es emocionante.
Infectado de nuevo
Si bien luchar contra los infectados que ocupan la mayoría de las calles y edificios en Dying Light 2 es realmente divertido, existe la sensación de que están infrautilizados en la historia. La mayoría de los infectados sirven como una distracción, y en realidad nunca llegan a ser mucho más que una molestia a medida que avanza entre los objetivos. Hay algunos escenarios decentes que involucran a los infectados, pero está claro que el enfoque en Dying Light 2 está firmemente puesto en los encuentros humanos.
Sin embargo, una misión que llega tarde en la historia realmente lo hace bien y te pide que te escabullas a través de una torre infestada mientras subes hasta la cima. Luchas contra enemigos humanos, luego te agachas para lidiar con los infectados, mientras escalas un enorme edificio en una misión que culmina con una elección difícil. Aquí es cuando todos los elementos dispares se combinan para mostrar cuán grandioso puede ser Dying Light 2. Solo desearía que hubiera más instancias en las que todo se uniera de forma natural, especialmente en la historia principal.
¿Le tienes miedo a la oscuridad?
Una cosa que Dying Light 2 hace mejor que cualquier juego que haya jugado es su enfoque de un ciclo de día y noche. Al igual que en el primer juego, los enemigos se vuelven más peligrosos por la noche, pero aquí las cosas se intensifican. Aventurarse en la oscuridad no solo significará más infectados en las calles (hibernan en el interior durante la mayor parte del día), sino que también tendrás que lidiar con la infección, ya que tu personaje intenta suprimir su propia infección zombie.
Aiden usa un biomarcador en su muñeca, que muestra su nivel de infección. Pase tiempo en la oscuridad y la infección progresa. El uso de ciertos artículos prolongará su inmunidad por un corto tiempo, pero necesitará encontrar luces ultravioleta para reponerla por completo. Las excursiones nocturnas reciben una tensión adicional gracias a este reloj que hace tictac, lo que hace que las misiones simples se sientan desafiantes, ya que su biomarcador parpadeante lo estimula a moverse más rápido.
Las persecuciones también entran en juego por la noche, con la ejecución de infectados persiguiéndote si un enemigo determinado te detecta. No son tan efectivos como las persecuciones del gato y el ratón más simplificadas del primer juego, principalmente porque tus actualizaciones hacen que sea más fácil escapar, pero aún sentirás un apuro al escuchar grupos de infectados trepando por los tejados tratando de encontrarte.
¿Esta o aquella?
Mucho se ha hablado del enfoque de Dying Light 2 en la elección narrativa y las consecuencias reales en el período previo al lanzamiento. El mundo abierto cuenta con múltiples facciones, cada una con sus propias fortalezas y ventajas. Tomar el control de áreas clave como las centrales eléctricas te da la opción de asignarlas a una de las dos facciones principales. Al hacerlo, se desbloquean nuevas funciones como tirolinas y trampas. Después de pasar casi 50 horas en Dying Light 2, estoy decepcionado de cuán binario terminó siendo el sistema de elección. Por un lado están los Pacificadores, una fuerza militar fascista en el límite centrada en mantener a la gente a raya, y por el otro están los Supervivientes cotidianos. Rara vez sentí la necesidad de ponerme del lado de los Pacificadores, especialmente en las misiones principales.
A pesar de que frustraba regularmente los planes de los Pacificadores, aún era bienvenido en sus campamentos y aún podía aceptar misiones de ellos. Hay muy pocas consecuencias para cada una de las elecciones principales, aparte de alguna variación en la que los personajes sobreviven al final. Sospecho que la mayoría se pondrá del lado de los Supervivientes y, a pesar de todo lo que se habla de un mundo que cambia drásticamente, me sorprende lo poco que mis acciones afectaron a la Ciudad.
El evento principal
La historia principal te llevará entre 25 y 30 horas para atravesarla, llevándote desde fuera de las puertas de la ciudad hasta la cima del edificio más alto. Si ha jugado algún juego de rol postapocalíptico en los últimos 15 años, sabrá qué esperar de la escritura de Dying Light 2. Los enemigos te lanzan improperios con cada golpe, los villanos son caricaturescos y bulliciosos, y hay muy pocos matices en las luchas diarias de los habitantes de la ciudad. El diálogo entre los personajes suele ser torpe y está sobrecargado de humor grosero. Es muy difícil empatizar con la mayoría de las personas que conoces, y aún más difícil preocuparse por la difícil situación del protagonista. Aiden es lamentablemente neutral en todo momento, incluso en situaciones con un claro lado bueno y malo…