Crear un éxito AAA convencional en la industria de los juegos es difícil. Ya sea que esté intentando convertir una serie de nicho con una audiencia establecida de fanáticos incondicionales en una poderosa franquicia con un atractivo masivo o esperando que una nueva IP sea el próximo éxito desbocado del medio, nada es seguro.
En el caso del primero, ocasionalmente hay momentos en los que la retrospectiva demuestra 20/20, donde puede mirar hacia atrás en la historia de una de las historias de éxito del medio y señalar el momento exacto en que se plantaron las semillas para su período de auge, ya sea que involucrados en ese momento lo sabían o no.
Cuando se trata de la serie Hitman, que podría decirse que solo se ha establecido entre la élite de los juegos en los años transcurridos desde su reinicio en 2016, los cimientos se sentaron en 2006.
Hitman: Blood Money no es de ninguna manera un clásico oscuro o subestimado, al menos entre los fanáticos de Hitman desde hace mucho tiempo. Mire cualquiera de las páginas de su tienda en PC y verá reseñas abrumadoramente positivas publicadas hace relativamente poco tiempo, algunas de las cuales incluso argumentan que Blood Money es superior a los juegos Hitman aclamados por la crítica de la actualidad. Eso es un gran elogio para un juego que cumplió dieciséis años el 26 de mayo y es lo que me impulsó a mí, un niño, cuya única experiencia previa de la serie fue a través de los juegos reiniciados, para finalmente darle una oportunidad a Blood Money.
Lo primero que me llamó la atención al encenderlo fue la banda sonora, con los tonos orquestales del Ave María a todo volumen a través de mi sistema estéreo. A pesar de no tener ningún vínculo nostálgico con él, me encontré de acuerdo con la preferencia de los jugadores mayores por la grandiosa partitura de Jesper Kyd de Blood Money sobre las señales de sonido más apagadas y melancólicas de los juegos reiniciados. En muchos sentidos, la grandilocuente sinfonía de Blood Money sirve como una sutil indicación temprana de la ligera diferencia de tono entre este y los juegos modernos. Si bien el humor es ciertamente un aspecto de este último, con disfraces divertidos y armas en abundancia en el arsenal del Agente 47 de hoy, la gran mayoría de los niveles de los juegos reiniciados y los puntos generales de la trama están impregnados de una seriedad inquebrantable. Por otro lado, el tono de Blood Money toma algunos desvíos bastante extraños entre las escenas de peso que dispensan los ritmos de su historia.
Desde cazar a un grupo de aspirantes a asesinos disfrazados de pájaros hasta infiltrarse en los aposentos de un magnate de la pornografía inspirado en Hugh Hefner mientras se disfraza de Santa Claus, el camino de 47 hacia el final de Blood Money está plagado de paradas en boxes surrealistas. Eso sin mencionar las dos misiones finales del juego, en las que 47 irrumpen en la Casa Blanca para evitar que asesinen al presidente de los EE. funeral de un amigo calvo.
Dicho esto, a pesar de su inclusión de niveles que presentan incesto implícito y algunos personajes femeninos modelados de manera desagradable, la trama central bastante seria de Blood Money, sobre la clonación y el pasado del Agente 47, asegura que nunca se sienta demasiado tonto o atrapado en el pasado. El resultado es una historia que no se sentiría demasiado fuera de lugar en un juego AAA moderno, especialmente dado que, como lo demostró la serie Grand Theft Auto a través del ascenso de GTA V al producto de entretenimiento más rentable de todos los tiempos, la presencia de humor y los temas para adultos no son la barrera para el éxito generalizado que podría haber sido percibido en el pasado.
Sin embargo, diría que el aspecto principal de Blood Money que lo convierte en un presagio tan obvio del éxito actual de la serie es la revisión monumental que promulga del juego establecido en los juegos anteriores. ¿Alguna vez se deshizo de un cuerpo, recibió una advertencia de un guardia de IA mientras entraba ilegalmente o salió impune haciendo que la muerte de un objetivo pareciera un accidente en un juego de Hitman? Bueno, todas estas mecánicas básicas, además de varias otras, fueron introducidas originalmente en la serie por Blood Money. Al menos para mí, características como estas son una parte intrínseca de la identidad de cualquier juego de Hitman, los muebles siempre presentes que juntos hacen que las ofertas de la serie sean únicas de cualquier otra cosa en el mercado.
Son la razón por la que yo, a pesar de nunca haber jugado un juego clásico de Hitman, pude adaptarme a Blood Money con relativa facilidad, a pesar de la diferencia de diez años entre él y mi anterior experiencia con Hitman. Claro, me tomó algunos niveles acostumbrarme a no poder usar el instinto para mirar a través de las paredes y acostumbrarme al hecho de que las animaciones un poco menos fluidas significaban que no podía comenzar a deshacerme de un cuerpo cinco segundos antes que un guardia. pasó, pero aparte de esos problemas menores de dentición, las cosas fueron bastante tranquilas.
Teniendo en cuenta lo que esto dice sobre la accesibilidad del juego, los cambios realizados en la fórmula por Hitman: Absolution en nombre de llevar a Hitman del nicho a la corriente principal parecen aún más desacertados en retrospectiva que a muchos en ese momento. Al traicionar a la audiencia principal de la serie en busca de un atractivo masivo, el editor Square Enix retrasó su crecimiento natural por años, dejando las recompensas eventuales sobre la mesa al no repetir de inmediato los cimientos divertidos de Blood Money.
En cambio, Square Enix otorgó a IO Interactive su independencia para liberar recursos para los juegos de Marvel que finalmente declaró «decepcionantes» y que aparentemente jugaron un papel en el corte de lazos del editor con muchos de sus estudios occidentales a principios de este año. Claro, predecir todos estos eventos futuros cuando Hitman: Absolution acababa de llegar a los tableros de dibujo habría sido una tarea imposible, pero seguramente deben ser una lección de historia exasperante si eres un ejecutivo moderno de Square Enix.
Es por eso que diría que, mientras celebra su decimosexto cumpleaños, el legado de Hitman: Blood Money se define mejor por las lecciones que puede enseñar a aquellos en la gestión de la industria que buscan desesperadamente formas de crear el próximo éxito principal de los juegos. Claro, puede agregar ceros adicionales al presupuesto de la próxima entrada de una sensación de nicho y ordenar a los desarrolladores que imiten lo que parece gustarles a los jugadores en otros éxitos actuales, pero si corta el corazón y el alma del juego en el proceso, el resultado puede ser la serie perdiendo el rumbo. Esto no es necesariamente el fin del mundo, pero en el caso de Hitman, diría que este enfoque hizo que el camino para lograr el potencial completo de la franquicia fuera mucho más largo de lo que podría y debería haber sido.
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