La incertidumbre y el caos a menudo generan unidad e innovación. Cuando el camino por delante parece oscuro, las personas tienden a profundizar más que nunca para encontrar positividad y una forma de adaptarse a las circunstancias que cambian rápidamente. Ese adagio no es más relevante de lo que era en la primavera de 2020 cuando comenzó la pandemia de COVID-19 y los bloqueos se extendieron por todo el mundo. Con todo cerrando, la comunidad de jugadores encontró una manera de seguir adelante, incluso frente al caos.
De hecho, ese primer verano de confinamiento se caracterizó por el increíble aumento de popularidad de las carreras de simulación. No considerado tradicionalmente como una de las puntas de lanza de la escena de los deportes electrónicos como Fortnite y Call of Duty, las carreras de simulación competitivas cobraron vida ese sofocante verano con la Fórmula 1 Esports Series, luego de la cancelación de la temporada 2020 de F1. Estrellas de la vida real como Lando Norris y Charles Leclerc corrieron junto a jugadores talentosos como Aarava, atrayendo a miles de personas a las transmisiones en vivo cada semana. Era algo que el público general nunca había visto antes, y el impacto que tuvo en la popularización de las carreras de simulación dentro de los deportes electrónicos aún se siente hasta el día de hoy.
Fue con este contexto en mente que me senté a conversar con Luke Whitehead y James Baldwin, dos corredores de simulación en la cima de sus poderes. Luke compite para la Academia GTWR R8G y, en el momento de escribir este artículo, lidera la serie GT World Challenge America Esports Sprint. James corre con el equipo Esports Elite de Veloce, y también condujo en la vida real para el Team Rocket RJN de Jenson Button. Hablé con ambos corredores sobre su punto de vista sobre el mundo de las carreras de simulación competitivas y exactamente por qué es tan especial.
Principios humildes
Todo el mundo sabe que convertirse en un corredor profesional no es una tarea fácil, y menos aún debido a la gran inyección de efectivo que se requiere para comprar equipos, asegurar el tiempo en la pista y viajar a carreras en todo el mundo. Las carreras de simulación competitivas, por otro lado, son un poco más accesibles. De hecho, tanto Luke Whitehead como James Baldwin comenzaron en las carreras de autos, antes de que circunstancias fuera de su control los pusieran al volante de un simulador.
«Soy uno de los muchos corredores de simulación que comenzaron en el mundo real», dice Luke, quien estaba participando en pruebas de F4 británicas cuando llegó Covid y sus oportunidades fracasaron. «Fui una de las personas que no tenía los fondos suficientes para progresar», abriendo la vía para convertirse en profesional con sim racing en marzo de 2021.
La historia de James es muy similar: comenzó a andar en karts a los ocho años, «simplemente bajando a la pista de karts bajo techo local». Después de un patrocinio a los quince años para conducir en la Fórmula Ford que no se renovó, dejó en suspenso su sueño de ganar Le Mans, «trabajando en ingeniería en ese momento… pero definitivamente había un vacío en mi vida». Fue en ese momento que compró un paquete de Project Cars de Bandai y una plataforma de simulación de arranque, y todo partió de allí.
Si bien ambos tuvieron algún tipo de contratiempo en sus carreras de automovilismo, las carreras de simulación fueron la siguiente opción, y resultaron mucho más accesibles para participar. «Acabo de empezar a jugar en [Project Cars] en un escritorio en casa… como que pasó de ahí… por accidente», dice James, prueba de que no necesitas una plataforma de seis cifras para estampar tu nombre en la escena.
Una perspectiva igualitaria
Esa capacidad de adentrarse en el mundo de las carreras de simulación con un presupuesto relativamente bajo es parte de su atractivo inherente. «Las líneas son mucho más borrosas entre las carreras de simulación y las carreras reales», dice Luke, y le da crédito por producir una brecha de habilidades mucho menor, con corredores capaces de dedicar todas sus horas a practicar sin los obstáculos financieros o logísticos de la vida real. carreras.
«Cuando miras las carreras de simulación, en realidad es una compra: tu equipo», me dijo Luke. «Por un día en un auto de prueba… está por encima de los cinco mil dólares… o puedes hacer cinco horas en un simulador por nada». James se hace eco de este sentimiento: «Simplemente es un estadio diferente en términos del dinero que estás gastando… puedes salirte con la tuya gastando unos cientos, y aun así estar ahí arriba… se basa más en el talento».
Esa nivelación de la brecha de habilidades, con pilotos de habilidades similares en todo el mundo compitiendo en línea, hace que las carreras sean mucho más feroces. Del mismo modo, se vuelve accesible para personas de todas las edades y orígenes: «también hay gente muy joven que lo hace, desde los trece años», me dijo Luke. Por defecto, más gente compitiendo significa carreras más duras, como dice James: «el nivel es mucho más alto».
Del mismo modo, no es una comunidad o un deporte que desaparecerá pronto. James estima que el auge de la popularidad observado durante la pandemia aceleró el crecimiento de las carreras de simulación en cinco años, haciéndolas «más profesionales, más serias, más competitivas», pero también más populares.
¿Dónde firmo?
Como tal, tuve que pedirles consejo a los jugadores curiosos que buscan ingresar a las carreras de simulación con un presupuesto limitado. Por supuesto, todavía no es barato: Luke dice que la mejor plataforma inicial para un profesional le costará alrededor de £ 2,000, lo que obviamente no es para todos. Sin embargo, al mirar a la superestrella de F1 Lando Norris y su configuración de £ 100,000, está claro que esta no es la nuez más barata de roer. La buena noticia es que puedes conseguir un equipo decente por unos pocos cientos de libras, por lo que nunca se pierde de vista.
«Véalo como una inversión si quiere tomárselo en serio», dice James cuando se le pregunta sobre el precio de entrada a las carreras de simulación. Gastar el dinero ahora en equipo que dure no solo le ahorrará dinero en el futuro, sino que «se siente mejor, se siente mejor» cuando lo usa.
En términos de hardware, Luke recomienda Thrustmaster como la principal marca con la que familiarizarse. Su combinación de rueda y pedales T248 cuesta £ 279 muy razonable si está buscando un punto de partida básico. James recomienda la serie Fanatec ClubSport para ruedas y pedales, que son más caros pero considerablemente más profesionales.
Una cosa en la que ambos conductores están de acuerdo es la necesidad de pedales de alta calidad. «Si sus pedales no son buenos, no podrá frenar o acelerar… y eso le va a costar mucho tiempo», dice Luke, con James haciéndose eco de la necesidad de frenos que respondan a la presión y no a la presión. que viajar
Cuando se trata de los juegos que juegas, las opciones también son bastante abiertas. iRacing es considerado por ambos como una opción viable, ampliamente conocido como el software más competitivo y profesional que existe. Sin embargo, debe pagar por cada pista y automóvil individualmente, por lo que aquellos que recién comienzan pueden querer buscar en otra parte. Para los conductores de nivel de entrada, Luke recomienda Assetto Corsa Competizione, mientras que James sugiere que empieces por dominar los juegos de F1, antes de intentar obtener una amplia habilidad en todos los sims que existen.
¿Un consejo de cada conductor? Conduce, conduce y conduce de nuevo, dice Luke: «Parece muy obvio, pero practica. Realmente di por sentado cuánta práctica necesitarías». James aconseja a los recién llegados que aprendan las configuraciones detrás de escena que producen los mejores resultados: «aprende sobre todos los sims, cómo obtener las mejores configuraciones… construye esa base de datos de conocimiento ahora».
Un futuro brillante
Si bien podemos haber pasado dos años desde ese primer bloqueo y el advenimiento del auge de las carreras de simulación, no muestra signos de agotamiento. «Sigue siendo probablemente una de las categorías de esports más pequeñas», dice Luke, pero cree que rivalizará con la popularidad del género FPS en los próximos años. James reconoce que el ritmo más lento en comparación con los tiradores puede desanimar a algunas personas, pero no obstante tiene sabias palabras: «Espero que siga creciendo, que se vuelva más profesional».
¿Qué pasa con nuestros dos corredores? Después de ganar el codiciado World’s Fastest Gamer en 2019 y ser coronado SRO Esports Champion el año pasado, James espera volver a las carreras de autos en los próximos años. Su objetivo final es llegar primero en la codiciada carrera de resistencia de 24 horas de Le Mans. Luke, por otro lado, tiene la vista puesta en las carreras de simulación por ahora, con el GT World Challenge America Esports Sprint Series todavía muy presente en su mente. Sobre su éxito, se etiqueta a sí mismo como «muy feliz de ver mi progreso» y «emocionado por el futuro».
Hace dos años, nadie podría haber predicho la rapidez con la que las carreras de simulación se convertirían en un deporte popular en sí mismo. Si se tiene en cuenta la determinación y la pasión de James Baldwin y Luke Whitehead, es un fenómeno que no va a desaparecer pronto. Solo espero no perder mi primera carrera con un niño de 13 años…
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