La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la historia que rodea a la Segunda Guerra Mundial. Las potencias internacionales que se esfuerzan por luchar contra el nazismo a través de la lucha y la improbable alianza, y los civiles que se ven envueltos en un conflicto en el que tenían un poder de influencia extremadamente limitado.
Gerda: A Flame in Winter se acerca aún más, echando un vistazo a la pequeña ciudad danesa de Tinglev. Es un territorio en disputa que estuvo bajo el control de Prusia desde la década de 1860 hasta 1920, cuando una votación movió la frontera 50 km hacia el sur. Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán invadió y ocupó esta tierra.
Juegas como Gerda, una enfermera que se enfrenta a vivir en un territorio ocupado durante este conflicto. Basado en las experiencias de la abuela del director del juego, que era parte de un grupo de resistencia en el área, el jugador tiene el control de tomar las decisiones increíblemente difíciles que se deben tomar en tiempos de guerra.
no eres un soldado
Jugué las primeras horas de Gerda: A Flame in Winter, y me intrigó enormemente y despertó mi curiosidad por aprender más sobre las experiencias y acciones de Gerda. Ella es mitad danesa y mitad alemana, y se encuentra en medio del conflicto. A pesar de ser un miembro valioso de la comunidad local, su herencia genera escepticismo y desconfianza tanto en daneses como en alemanes. Cada conversación es un campo minado que puede hacer perder o ganar la confianza tanto de la población local de ascendencia danesa como alemana, así como de los ocupantes y los combatientes de la resistencia.
En muchos juegos narrativos de tipo RPG, hay una clara decisión correcta o incorrecta para tomar la mayor parte del tiempo. Uno pensaría, especialmente en un juego como Gerda, que las decisiones serían mucho más en blanco y negro. Después de todo, hay un enemigo claro contra el que luchar. Sin embargo, dado el peligro que corren Gerda y sus seres queridos, así como la amenaza que representan los ocupantes nazis de Tinglev, debes jugar bien tus cartas para mantener a todos lo más seguros posible. Puede que tengas que aplacar al jefe de la Gestapo local para evitar que la situación empeore, o tomar la decisión de ayudar a dos personas que se encuentran en extrema necesidad. ¿Ayuda al desvalido o al que puede darle algo a cambio?
«Hicimos Gerda con la conciencia de que en la guerra, la verdad, nadie sale con las manos limpias», dice el equipo de desarrollo en una carta enviada junto con la vista previa. «Creemos que permitir que los jugadores exploren conflictos violentos desde la perspectiva de civiles normales, experimentando algunos de estos dilemas, podría fomentar una mejor comprensión de las diferentes perspectivas y tal vez hacer que el mundo sea un poco más compasivo».
Hasta ahora, el juego hace un gran trabajo al obligarte a tomar decisiones diferentes de las que crees que tomarías. Las decisiones que te ves obligado a tomar son intencionalmente ilustrativas de un conflicto en el que realmente no hay una respuesta correcta. O tal vez haya respuestas correctas, pero todo depende de tu propia brújula moral y de cuán dispuesto estés a que se desafíe.
Espero experimentar el resto de Gerda: A Flame in Winter. Su voluntad de explorar un conflicto tan conocido desde una perspectiva masivamente subrepresentada es algo que no he experimentado mucho en los juegos, y estoy muy intrigado por acompañar a Gerda en su viaje hacia adelante.
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