En el apogeo de la pandemia de COVID-19, fue un momento difícil y aterrador para muchos. Muchos dependían de las parcelas, se establecieron mandatos de distanciamiento social y se les dijo a todos que permanecieran en el interior tanto como fuera posible.
¿Pero no da miedo cómo salió en 2019 un juego sobre un repartidor que viaja a través de un mundo apocalíptico y vacío que se mantiene alejado de otras personas, justo antes de que la enfermedad atacara? Pensé que era casi una coincidencia cuando comencé a jugar Death Stranding durante el primer bloqueo.
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Mientras polariza, el juego único de Hideo Kojima es uno de los títulos AAA más profundos que jugué desde la última generación.
Junto con esas imágenes increíbles y un elenco repleto de estrellas, la producción me hizo reflexionar sobre los muchos aspectos de los juegos y cómo nos mantenemos conectados digitalmente, especialmente cuando el mundo se convirtió en un lugar inquietante y desafiante para vivir.
Antes del lanzamiento del Director’s Cut, reflexioné sobre algunas revelaciones hechas mientras jugaba a Death Stranding durante ese bloqueo inicial, un juego que es más que un simple simulador de entrega de UPS.
La innovación es evolución
No puedes matar a nadie en Death Stranding. Si lo haces, causarás un cráter gigantesco en el área circundante a través de un vacío, convirtiéndolo en uno de los muchos aspectos de Death Stranding que lo separan de otros juegos.
Con personajes salvajes, como un hombre cuyo corazón se detiene cada 8 minutos, con características de juego como usar un peculiar bebé para navegar alrededor de espíritus sobrenaturales, Death Stranding es Kojima en su forma más loca. Pero funciona.
Es un recordatorio para todos de que cada videojuego es único. Como un ejemplo, con solo una semana entre sus lanzamientos, el Deathloop que dobla el tiempo es muy diferente del místico Kena: Bridge of Spirits.
Los videojuegos pueden ser un patio de recreo para explorar nuevas ideas y aventuras. Cuando ese día termine, los juegos también lo harán.
Los conductores de reparto no obtienen suficiente crédito
Death Stranding trata literalmente de un repartidor. Al prepararse para cambiar su próximo paquete, debe planificar su viaje en función del peso y los dispositivos que pueden ayudarlo con sus viajes. En el juego, eres testigo de lo importantes que son tus acciones para otras personas y del tejido conectivo más amplio que Sam está tratando de reconstruir.
Durante la pandemia, el personal de reparto fue más importante que nunca. Desde la distribución de alimentos, vacunas y otros artículos, a menudo podemos dar por sentadas estas acciones. Existe la expectativa de que las cosas lleguen a nuestras puertas, pero es posible que no consideremos cómo llegaron allí en primer lugar.
La pandemia puso de relieve lo increíblemente duro que trabajaban los mensajeros. Por supuesto, probablemente no tengan que defenderse de espíritus sobrenaturales y piratas, pero su trabajo sigue siendo tan difícil como siempre.
La humanidad se basa en conexiones
Death Stranding trata de conectar un mundo destrozado y destrozado. El propósito del viaje de Sam gira en torno a viajar y conectar estas áreas desoladas. Y al igual que la premisa principal, todos en el juego se esfuerzan por conectarse con alguien o algo, incluso si no lo demuestran.
Durante el primer encierro, se animó a muchos a reducir el contacto físico y permanecer en casa. Pero a pesar de estos obstáculos, todos encontraron la manera de acercarse a sus amigos y familiares; una habilidad que probablemente se haga más fácil en un mundo digital.
Al igual que el protagonista del juego, la mayoría de la gente parece estar impulsada por esa atracción por una conexión; una necesidad que se amplió aún más durante la pandemia. Y una forma en que se llenó ese agujero fue a través de, bueno, los juegos.
Los juegos son importantes
La pandemia mostró cómo los videojuegos eran más vitales que nunca. Solo en el Reino Unido, el 62% de los adultos jugaron videojuegos en 2020, el nivel más alto en años. Warzone se lanzó en el momento adecuado en marzo de 2020, mientras que los títulos de EA Sports y los juegos de Switch como Animal Crossing se complacieron aún más.
Junto a la escasez de chips, la pandemia contribuyó a que la PS5 y la Xbox Series X | S fueran las consolas más vendidas de la historia.
Realmente creo que los videojuegos son una forma de socializar y una forma de lidiar con las enfermedades mentales. Jugar durante el bloqueo es un ejemplo perfecto que muestra cuán beneficioso es el medio para conocer gente y combatir estos aspectos.
Más bien, el poder de los juegos puede ser mejor expresado por el propio Hideo Kojima:
Siempre me siento solo en la sociedad. Hay tantas personas que juegan a juegos sintiéndose así, como si no pertenecieran a esta sociedad. Realmente no se sienten cómodos. Lo que quiero decir es que estoy conectado con todos y esta conexión no la quiero perder. Por eso creé un nudo, para que nunca me separe de ti.
Muchas gracias.
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